HISTORIA
Desde tiempos muy antiguos tuvo iglesia, en un documento de 1359 se cita a su párroco o rector Miguel Sánchez. Desconocemos como fue dicha iglesia probablemente del siglo XII, aunque como la mayoría de las iglesias de la sierra, sería modestísima.
Sebastián de Utienes en 1618 nos dará noticias de la iglesia de Torres:
“La iglesia parroquial es de una navada muy antigua con boveda de madera so in vocacion de Nuestra Señora cuyo retablo es de pincel dorado”.
"En información de 1689 advertimos que la iglesia no ha cambiado en su estructura, aunque se observa que “asimismo se llama la invocación desta iglesia San Miguel por ser patron del lugar. Tiene sagrario de masonería dorado, sacristía con medianos ornamentos y jocalias, torre, campanas y pila bautismal”.
La primera capilla al lado del evangelio era la de N.ª Señora de Rosario que tenía un retablo “de pincel dorado”. Seguía la de san Antonio y santa Quiteria con retablo de factura semejante al anterior. Después estaba la de san Miguel, patrono del lugar con retablo de pincel, y finalmente la de san Juan Bautista con retablo de pincel dorado.
En el lado de la epístola se encontraba la capilla dedicada a la Virgen del Rosario con retablo de pincel, siguiéndole a esta la de N.ª señora del Transfixo o de los Dolores con retablo de pincel dorado.
Entre las capellanías que se fundaron en esta iglesia está la instituida por Mateo Pérez de la Morena, por escritura de 1548 en la capilla de san Juan Bautista. Hermano del fundador, Juan Pérez de la Morena fue rector de Torres y canónigo de la colegiata de Santa María de Teruel.
En la misma capilla de San Juan instituyó Ursula Pérez de la Morena, mujer de Miguel Pérez Cañamache, un pío legado para dotar doncellas de su linaje por su testamento de 1580.
Alberto Fernández Toyuela y Catalán en cumplimiento del testamento de su padre don Pedro Fernández Catalán instituyó en 1695 la capellanía de San José en el altar mayor.
La capellanía del Rosario fue fundada por los Ruesta en 1585. En esta misma capilla del Rosario instituyó Pedro del Castillo en 1627 una capellanía.
Don Pedro Valero de Ruesta vecino de Torres sería armado caballero por Carlos V, casó con Ana López de Ayala, fundando la capellanía en el siglo XVI en la capilla del Rosario y teniendo una trascendencia sus descendientes entre los que encontramos a don Martín Sánchez de Ruesta obispo de Lérida, Francisco de Herrera y Ruesta, arzobispo de Granada y presidente de Castilla. El canónigo don Pedro de Ruesta que construyó la capilla de la Concepción en el claustro de la catedral de Albarracín.
A las afueras, la iglesia de San Bartolomé del siglo XVIII, adornado el interior con pinturas murales del siglo XIX.
La Iglesia parroquial con cierto aire de fortaleza, está dedicada a San Miguel. Podemos considerar tres fases de construcción; la primera a partir de la modesta iglesia existente, levantada sobre la mezquita a raíz de la cristianización de la zona en el siglo XII; señorío de Azagra. Una segunda ampliación se haría en el siglo XIV y la última corresponde al siglo XVII; en ella se integra la casona del Villarejo del siglo XVIII, cuya fachada se integra con la parroquial; toda de mampostería con piedra de rodeno, está compuesta por tres naves, una central y otras dos laterales; las columnas interiores con fuste abombado y rematadas con un capitel corintio; fue desmantelada durante la guerra civil y restaurada en 1957. El coro conserva un antepecho de hierro forjado.
Bibliografía
CESAR TOMAS LAGUÍA, Las Iglesias de la diócesis de Albarracín, Revista Teruel, N 32_1, 1964
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